El 25 de junio 50 estudiantes de un colegio de Aguadulce vinieron a visitar Sunseed.
Cincuenta chicos y chicas de doce-trece años que se dividieron en tres grupos- Olivo, Retama y Pita, tres especies de árboles que crecen en el valle- y visitaron toda Sunseed guiados por los voluntarios, participando en tres actividades diferentes.
Una de estas actividades fue reconocer plantas en el arboretum con Eugenio, el coordinador del Departamento de Gestión de Zonas Semiáridas: los chicos escribieron nombres y características de unos árboles mirando las hojas de papel colgados de las ramas con los nombres español, inglés y latín.
La segunda actividad empezó en el water seco, donde Jyoti del Departamento de Administración y Ana del Departamento de Vida Sostenible explicaron su funcionamiento. Casi todos miraron en el agujero del “compostaje fresco”, antes de ir al río para hablar de los ingredientes químicos que hay en los productos que utilizamos cotidianamente – champús, cremas y desodorantes. Los chicos, entusiasmados al ver unas tortugas, se pusieron una máscara de arcilla en la cara y la dejaron secarse al sol.
Para la tercera actividad los voluntarios llevaron a sus grupos a Isabella’s, donde Pako, el coordinador del Departamento de Tecnologías Apropiadas, les enseñó como preparar un té con los hornillos de gasificación de biomasa.
Los chicos participaron activamente rompiendo la caña con el martillo- parece que esta parte le gustó mucho- y poniendola en el hornillo para la pirólisis. En realidad, la verdadera estrella de esta actividad fue Chito: nuestro gato blanco y naranja fue el centro de todas las miradas y supervisionó el experimento desde su ventana.
Al final todos los grupos se reunieron alrededor del olivo para la despedida, y luego nadie pudo detenerlos: se fueron al río y se zambulleron en el agua para un chapuzón relajante. No sabemos si fue igualmente relajante para las tortugas, pero esperamos que todos tengan un buen recuerdo de Sunseed y quizás vuelvan un día aquí como voluntarios!
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