Sunseed News
I guess you people are expecting a long recounting of all the things that happened to me during my six month stay, some sort of big walk down Memory Lane, but I won’t do that.
I’m going to tell you a different kind of story.
And so here it goes, here’s how Sunseed changed my way of viewing life…
There is a point in life in which you may feel like you are not going anywhere and you don’t have anything to give anymore: that usually means that you really need a change. That’s the situation I found myself in a few months after graduating from college, more than a year ago.
At that time, when thinking about my future, I used to get really scared – sometimes I would tell myself I wouldn’t even get a real one. Now I’m not afraid anymore. Now I’m aware of what I can do. Now, when that word comes to my mind, I can actually see one and it’s thrilling, it’s exciting but most of all, it’s real.
I literally landed in Sunseed last June with no expectations or plans or anything of the sort; I only told myself to keep mymind and my heart wide open and ready for anything because I thought it would be the best and most sensitive approach. Well, after half a year, I went back home with so much more that I’ve bargained for or that I would ever imagined or dreamed of gaining.
Also, I arrived with a friend and left on my own; according to some weird logic of mine, I got to experience twice as much and consequently, I have gained double because it felt like living two different “lives”, one over the summer and the other in autumn, with two completely different mind sets that gave me the opportunity to experience things in different and marvellous ways.
During these six months, I have met so many people from every corner of this strange and beautiful world, each one of them with their own life and personal background, and every day I feel blessed and lucky to have shared even just moments with all of them. Because when you meet these people, see them coming into your life, staying for a while and sharing their time with you and then leaving, people that you learn to call friends and even family, you have the chance to dive into this endless ocean of humanity, appreciating even the smallest things, and then you come up to the surface feeling richer, refreshed, wiser and with a bigger heart each time.
Seeing as I have been working mostly in the gardens, now I tell you this. Imagine yourself as an onion, or if you wish – something else equally made of layers. Each one represents something that you think it’s important in your life. Once you get to Sunseed, you find yourself slowly stripped of all these layers, because you gradually discover that a lot of what you needed before is not essential after all, and the only thing that remains is the core, the centre. It represents who you really are, what you really want and what you are capable of. This place has the amazing power of showing you your real potential, your true nature in a simple way. You find out that at the centre, at the core of it all, there is just you and nothing else.
On a more personal level, I have to say that all the experiences I have had at Sunseed made me go through some serious emotional transformation, and because of it I had the chance to discover a part of myself I didn’t even know it existed. I have always felt like I was made of stone because of my supposed incapacity to connect with my feelings. Now that this part of me finally came out, it almost feels like a Pandora’s box has been unlocked and with it, all these deep and enveloping sensations. It might sound scary and new – in some ways, at least for me, it is – but I have to thank Sunseed for letting me reconnect with a side of myself I have always thought I didn’t possess and for showing me something I thought it was forever lost.
So, dear Los Molinos and my dearest Sunseeders all, remember that I will always keep you in my thoughts and my heart and be forever grateful because you showed that a different way of life is always possible if you really want it, because you are an example of how you can have so much more in life with a lot less to worry about, because you have been a home and a family for me for a long time, because you sent me back home with an incomparable personal and cultural baggage.
This, in the end, is my short story for you.
Someone that I hold very close to my heart once told me that life is like a book. Each experience or moment of your life is a different chapter and every time you finish one, it doesn’t mean it’s completely forgotten. It’s still there, for you to go back to and enjoy with a smile on your face anytime you wish to.
Me imagino que estáis esperando un largo recuento de todas las cosas que me pasaron durante mi estancia de seis meses, algo así como un largo paseo por mis Memorias, pero no voy a hacer eso. Os voy a contar un tipo de historia diferente. Asi que ahí va, así es como Sunseed cambió mi forma de ver la vida… Hay un punto en la vida en el que puede que sientas que no vas a ninguna parte y que ya no tienes nada que dar: eso normalmente significa que realmente necesitas un cambio. Esa es la situación en la que me encontré unos meses después de mi graduación, hace más de un aňo. En ese momento, cuando pensaba en mi futuro, solía sentirme asustada – algunas veces me decía a mí misma que no tendría uno de verdad. Ya no tengo miedo. Ahora soy consciente de lo que puedo hacer. Ahora, cuando esa palabra me viene a la cabeza, puedo verlo y es emocionante, es excitante pero sobretodo, es real. Yo literalmente aterricé en Sunseed el pasado junio sin expectativas ni planes ni nada por el estilo; solo me dije a mí misma que mantuviera mi mente y mi corazón abierto de par en par y listo para cualquier cosa porque pensé que sería lo mejor y la actitud más acertada. Bueno, después de medio aňo, volví a casa con mucho más de lo que he pedido o lo que nunca hubiera imaginado o soňado ganar. También llegué con un amigo y me fuí sola; de acuerdo con una lógica mía un poco extraňa, conseguí experimentar el doble como consecuencia, he ganado el doble porque sentí que vivía dos “vidas” diferentes, una durante el verano y la otra en otoňo, con dos formas de pensar completamente diferentes que me dieron la oportunidad de experimentar las cosas de diferntes y maravillosas formas. Durante seis meses, he conocido a tanta gente de cada rincón de este extraňo y hermoso mundo, cáda uno de ellos con su propia vida e historia personal, y cada día me siento afortunada de haber compartido hasta los más sencillos momentos con todos ellos. Porque cuando conoces a estas personas, les ves venir a tu vida, quedarse un tiempo y compartir su tiempo contigo y entonces marcharse, personas a quienes aprendes a llamar amigos e incluso familia, tienes la oportunidad de bucear en este océano infinito de humanidad, apreciando incluso la cosa más pequeňa, y entonces vuelves a la superficie más rico, fresco, sabio y con un corazón más grande cada vez. Viéndolo como lo he echo, trabajando más que nada en los huertos, ahora os digo esto. Imaginad que sois una cebolla, o si lo preferís – cualquier otra cosa que también tenga capas. Cada una representa algo que pensáis que es importante en vuestras vidas. Una vez que llegas a Sunseed, encuentras que poco a poco te vas desprendiendo de todas estas capas, porque gradualmente descubres que mucho de lo que necesitabas antes no es esencial, después de todo, y lo único que permanece es el corazón, el centro. Eso representa lo que realmente eres, lo que realmente quieres y de lo que eres capaz. Este lugar tiene el poder asombroso de mostrarte tu verdadero potencial, tu verdadera naturaleza de un modo sencillo. Descubres que en el centro, en el corazón de todo, solo estás tú y nada más. A un nivel más personal, debo decir que todas las experiencias que he tenido en Sunseed me llevaron a través de algunas serias transformaciones emocionales, y debido a eso tuve la oportunidad de descubrir una parte de mí misma que ni siquiera sabía que existía. Siempre he sentido que estaba hecha de piedra por mi supuesta incapacidad para conectar con mis sentimientos. Ahora que esta parte de mí finalmente salió, parece casi que se ha abierto una caja de Pandora y con ella, todas estas sensaciones que me envuelven. Puede sonar aterrador y nuevo – en algunas cosas almenos para mí lo es – pero tengo que agradecer a Sunseed por ayudarme a reconectar con una parte de mí que siempre pensé que no poseía y por mostrarme algo que pensé que estaba perdido para siempre. Así que, querido Los Molinos y a todas mis más queridas personas de Sunseed, recordad que siempre os tendré en mis pensamientos y en mi corazón y que estaré por siempre agradecida por mostrarme que un modo diferente de vida es posible si de verdad lo quieres, porque sois un ejemplo de cómo puedes tener mucho más en la vida con mucho menos de qué preocuparte, porque habéis sido un hogar y una familia para mí durante mucho tiempo, porque me enviásteis a casa con un bagage personal y cultural incomparable. Esta es, en fín, mi pequeňa historia para vosotros. Alguien que tuve muy cerca de mi corazón una vez me dijo que la vida es como un libro. Cada experiencia o momento de tu vida es un capítulo diferente y cada vez que terminas uno, no significa que está completamente olvidado. Sigue ahí para que vuelvas y disfrutes con una sonrisa en la cara cada vez que así lo desees.